¿Alguna vez te has detenido a pensar que tu cuerpo está escuchando?

CHIEC-ECO
27 oct
2 Min. de lectura

Cada suspiro, cada contracción muscular, cada latido del corazón — todo responde a lo que

dices, sientes, crees. Soy Sananda, y quiero mostrarte cómo transformar tu cuerpo en tu aliado más feliz gracias a la gratitud.

¿Por qué hablarle al cuerpo?

Tu cuerpo siempre está escuchando. Cuando estás estresado, los hombros se tensan, la

respiración se hace corta, el sistema nervioso alerta. Tu cuerpo no solo refleja tus pensamientos: los registra.

Hace años, ejercitaba casi como castigo: “Tengo que perder este peso… No me gusta esta parte de mi”. Mi cuerpo no se sentía más fuerte: se sentía cansado, desconectado.

Entonces cambié el lenguaje. Antes de cada entrenamiento comencé: “Gracias piernas por llevarme. Gracias corazón por latir fuerte. Gracias respiración por llenarme de vida.” Simple. Pero el cambio fue enorme. Mi cuerpo respondió con más energía, menos dolor, más alegría.

Hagamos un breve ejercicio juntos.

Cierra los ojos. Coloca la mano sobre tu corazón.

Respira profundamente. Repite mentalmente:

“Gracias corazón por latir.

Gracias pulmones por respirar.

Gracias pies por sostenerme.

Gracias manos por permitirme crear.”

Sonríe. Siente la diferencia. Pregúntate: ¿Cuántos ya sienten un cambio solo por decir “gracias”?

El cuerpo como espejo

Tu cuerpo es como un diario vivo: almacena emociones, pensamientos, estrés. El estrés eleva el cortisol. La alegría fortalece el sistema inmune.

Cuando estoy estresada noto: hombros apretados, respiración superficial. Cuando paro, respiro, digo gracias—todo se relaja. Es como si mi cuerpo dijera: “¡Por fin me está escuchando!”

Después de mi entrenamiento cierro con: “Gracias músculos por trabajar duro hoy. Gracias sudor por limpiarme. Gracias células por renovarse.” Cierro el ciclo con amor.

Visualización

Ahora imagina tu cuerpo brillando con luz. Cada respiración es una onda de gratitud que barre todo.

Ve tus órganos, músculos, células trabajando en perfecta armonía—agradece a cada uno.

Este es el estado natural de tu cuerpo: armonía. La gratitud es el interruptor que te lleva allí.

Un reto personal

Te invito a un Reto de 7 Días de Gratitud Corporal:

Antes de dormir: elige 3 partes del cuerpo y agradécelas.
Antes de entrenar: agradece a tu cuerpo por lo que va a hacer.
Al despertar: toca tu corazón y di: “Gracias por un día más.”

Imagina lo que pasará si le hablas con gratitud a tu cuerpo durante una semana, un mes, un año.

Tu cuerpo se convertirá en tu mejor amigo, tu mayor aliado.

La gratitud es un lenguaje universal—y tu cuerpo está esperando escucharlo. Cuando honras tu cuerpo con gratitud, no solo te estás sanando a ti: estás enviando una frecuencia que sana a otros también.

Agradece a tu cuerpo cada día, y observa cómo tu vida se transforma. Porque un cuerpo agradecido… es un cuerpo feliz.

Gratitud: El Lenguaje de un Cuerpo Feliz

By Master Zoly Sananda Morales

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