"Desde muy joven, sentí un llamado profundo a lo espiritual. Tenía apenas 11 años cuando supe que mi alma no había venido solo a “lograr cosas”, sino a recordar algo sagrado. Pero ese impulso fue silenciado —primero por mi entorno familiar, después por mis propias dudas. 

 

A los 17 años, mi padre me introdujo al Reiki a través de la técnica de Manos de Luz, pero cada vez que intentaba conectar con esa energía, aparecían obstáculos, resistencias y hasta consecuencias inexplicables. Como si el mundo me dijera: “Eso no es para ti.” Y le creí... Me volqué entonces al mundo profesional, elegí el turismo, y allí encontré una forma indirecta de vivir lo espiritual: llevar a otros a conectar con la naturaleza, con culturas vivas, con espacios donde el tiempo se detiene. Pero por dentro, seguía sintiéndome fragmentado. Deje el turismo y entre al mundo corporativo llegando a lo que creía llamar éxito pero …. Repetía patrones, me saboteaba, no me creía merecedor de una vida plena. Viví altibajos emocionales profundos, dos divorcios, y vaya que amo profundamente a mis tres hijos, pero yo no podía sostenerme a mí mismo con verdadera paz.

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Caí. Perdí el sentido, las ganas, me sentía vacío, sin rumbo, sin voz interior. Y justo, cuando mi vida parecía sin salida, una recomendación inesperada me llevó a escribir, desde la frustración, a la Maestra ZOLEMGEH ESTRELLA. En lugar de juicio, me respondió con amor… y aceptó guiarme personalmente. ¡Esa fue la puerta que cambió mi existencia!

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Lo que descubrí en esa primera Consultoría Personalizada, fue mucho más que alivio. Fue una revelación increíble y amorosa a la vez: no estaba roto, solo desconectado. Había heridas, patrones, bloqueos en mis Archivos Akáshicos que no me dejaban avanzar. Me formé con la Maestra Zolemgeh. Trabajé y sigo trabajando en mi limpieza interior. Me vacié para volver a llenarme y ese camino, me llevó a comprender que la Sanación no es magia, es responsabilidad espiritual.

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He vivido Sanaciones CÓSMICAS en: mi corazón, en mi columna, y otras más. He sentido cómo se desinstalan memorias antiguas y cómo se activan nuevas posibilidades de existencia. Hoy vivo en paz, no porque todo sea perfecto, sino porque ya no veo la vida desde el dolor, sino desde el amor. Ya no me pregunto “¿por qué a mí?”, sino “¿para qué se me está mostrando esto?"Y esa pregunta lo cambia todo.

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Hoy vibro distinto. Manifiesto distinto, acompaño distinto. Tengo el honor de llevar una Franquicia de la Nueva Tierra, de formar líderes que ya no buscan solo éxito, sino propósito. Después de vivir desde adentro el mundo corporativo, entendí que liderar sin propósito es conducir a ciegas.

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Hoy elijo una forma diferente de vivir, de servir y de enseñar. Y aunque aún estoy en el camino —como todos—, ya no lo transito desde la culpa o el miedo. Hoy camino con la certeza de que la sanación es evolución, y que cuando entrego mis procesos a los Maestros Estelares, la vida se alinea, la Luz regresa y el alma sonríe.

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Si estás leyendo esto y algo dentro de ti se mueve… confía en esa señal. No es casualidad. Es tu alma recordando lo que merece y Padre Madre Dios abriéndote las puertas hacia la Nueva Tierra"

 

MZ Bonil

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