"Diversos por Diseño. El Rostro Múltiple de Dios"

Faumarili Estrella T
24 sept
4 Min. de lectura

Un llamado del alma a mirar con los ojos del espíritu

Te has preguntado ¿Por qué Dios nos creó de tantas razas, colores, lenguas y formas?

La humanidad, en su rica variedad, no es un accidente, ni una separación. Es una manifestación perfecta de la sabiduría divina. Cada raza, cada cultura, cada rostro que habita este planeta refleja una faceta del Creador, un ángulo del diamante que es la Divinidad.

¿Qué revela cada raza sobre un aspecto del Creador?

Así como la luz blanca se descompone en colores al pasar por un prisma, la Luz Divina se fragmenta en miles de formas humanas, cada una portando una cualidad única:

La piel oscura de muchos pueblos africanos nos habla de fuerza, raíz, ritmo, conexión con la tierra.
Los rostros asiáticos nos susurran la sabiduría del silencio, la contemplación, la armonía.
Los pueblos indígenas portan el legado de la comunión con la naturaleza, los espíritus y los ciclos del cosmos.
Las culturas europeas revelan aspectos de la estructura, el pensamiento abstracto y la expansión del conocimiento.
Los pueblos latinoamericanos son fusión y mestizaje, reflejo del poder alquímico del amor que une diferencias.

Cada grupo humano contiene una semilla divina, una parte del Alma Universal que vino a manifestarse aquí.

¿Es la diversidad una escuela de amor?

Sí. Y no cualquier tipo de amor. La diversidad nos desafía a practicar el amor más alto: el amor incondicional. Amar lo que no es como yo, lo que piensa distinto, se viste distinto, reza distinto, es el más puro ejercicio del alma.

La vida nos invita constantemente a este reto: mirar más allá de las formas externas y reconocer que todos compartimos el mismo origen y destino. La diversidad es la gran maestra que nos enseña a ver con el corazón.

¿Puede la diversidad humana verse como un reflejo del infinito de Dios?

Dios no es uno en forma, sino uno en esencia. Y esa esencia se manifiesta en formas infinitas. La diversidad humana no es una barrera hacia Dios, sino una vía de acceso: conocer al otro es conocer a Dios desde otro ángulo.

Así como una sinfonía no es una sola nota, sino la unión de muchas, así también la humanidad es la música sagrada del Creador, tocando mil instrumentos con una misma intención: la elevación del alma.

El alma trasciende la raza, pero se expresa a través de ella

El alma no tiene color de piel ni pasaporte. Pero elige una forma humana para expresar su misión. Es decir: tu raza, tu cultura, tu historia, no son una casualidad; son el lenguaje a través del cual tu alma quiere hablar al mundo.

Así como una flor no es menos flor por ser roja o azul, tu forma externa no es más que el vestido de tu esencia. Y cada vestido tiene su propio mensaje.

Cómo superar los prejuicios desde una mirada del alma

Cuando miramos desde el ego, vemos separación.Cuando miramos desde el alma, vemos unidad.

El prejuicio nace del miedo y de la ignorancia: de no entender al otro, de no reconocerlo como parte de mí. Superarlo no es una cuestión intelectual, sino espiritual: es decidir mirar al otro como un reflejo del mismo Dios que habita en mí.

El juicio se deshace cuando el alma despierta. Y al despertar, comprendemos que nadie es inferior, nadie es superior: todos somos necesarios para que el todo sea completo.

Ejercicio de Sanación Interior: "Ver con los Ojos del Alma"

Este ejercicio puede realizarse en 5 minutos y te ayudará a reconocer lo sagrado en el “otro”.

Instrucciones:

Siéntate en silencio. Respira profundamente tres veces. Cierra los ojos.
Piensa en una persona o grupo humano con el que te cueste conectar (puede ser alguien de otra raza, cultura o pensamiento).
Visualiza a esa persona delante de ti. Imagina que su piel, su rostro, su ropa… se van disolviendo suavemente.
Visualiza que detrás de su forma hay una luz brillante, igual a la tuya, que late como un corazón.
Repite mentalmente:
“Más allá de tu forma, reconozco tu luz.En ti veo a Dios, igual que en mí. Me abro a comprender, me abro a amar,me abro a ver con los ojos del alma.”
Respira profundamente, da gracias, y abre los ojos.

La Diversidad es Sagrada

La verdadera espiritualidad no borra las diferencias, las honra. No busca uniformidad, busca unidad en la pluralidad.El camino del alma es reconocer que cada rostro, cada cultura, cada idioma… es Dios hablándonos de forma distinta.